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¿Mi empresa recicla! ¿Cómo dar Visibilidad a mis esfuerzos?

¿Mi empresa recicla! ¿Cómo dar Visibilidad a mis esfuerzos?

Este mes compartimos la nota de Paloma Roldán, Emprendedora Social y Directora Ejecutiva de la iniciativa Ciudad Saludable.

 

En la actualidad el planeta está atravesando por dos problemas muy importantes que durante los últimos años se ha venido incrementando, el primero relacionado al uso de recursos naturales y el segundo a los residuos sólidos. A nivel mundial el incremento de la población ha sido constante a través de los años y muy de la mano con la demanda de nuevos productos y servicios para satisfacer las necesidades de la especie humana. Esto ha generado una mayor presión sobre los recursos naturales renovables y no renovables.

El uso de los recursos renovables se encuentra en desequilibrio puesto que la tasa de consumo de estos es muy superior a la tasa de regeneración lo que impide mantener un equilibrio en estos momento y pone en riesgo el futuro de dichos recursos. Los recursos naturales no renovables también están siendo afectados, el incremento del mencionado consumo está provocando sescasez e incremento del precio de los mismos.

Por otro lado, durante muchos años y hasta la actualidad los residuos sólidos que se generan durante el proceso de fabricación, transformación o utilización de bienes y servicios se ha incrementado;  y producto de su inadecuado manejo ha ocasionado y ocasiona un grave problema ambiental que podemos observar en la contaminación de mares, lagos, ríos y ciudades.

Ante esta problemática, Ciudad Saludable incentiva el reaprovechamiento de los recursos mediante un modelo de cadena de valor de reciclaje inclusivo promoviendo el uso eficiente de los recursos, en la que los residuos sólidos generados pueden ser reaprovechados y reintroducidos a la cadena productiva dando paso a la transición hacia una economía circular, y donde cada actor cumple un rol fundamental y necesario, que hace de este modelo una realidad y que no solo genera beneficios ambientales, sino también económicos y sociales. Los principales actores involucrados son las empresas, las organizaciones de recicladores y Ciudad Saludable.

Las empresas son las que producen bienes y servicios y como resultado de su proceso productivo generan residuos sólidos, una fracción de estos con potencial de ser reaprovechados y reintroducidos en una cadena productiva. Para que esto ocurra es sumamente importante que las empresas realicen compras responsables, concienticen a sus colaboradores, caractericen e identifiquen los residuos que generan, para en base a esto, implementen un programa de segregación en la fuente, con el fin de que los residuos sólidos generados no se mezclen y estén debidamente clasificados, para poder ser entregados a las asociaciones de recicladores formalizados.

Las asociaciones de recicladores formalizados son las encargadas de realizar la recolección selectiva de los residuos sólidos reaprovechables, que son generados en las empresas, y a la misma vez  el único beneficiario de su posterior comercialización. Ellos se encuentran debidamente capacitados y cuentan con asesoría técnica por parte de Ciudad Saludable.

Ciudad saludable es la institución encargada de articular, vincular y asegurar que los actores de la cadena de valor del reciclaje cumplan su papel, que todos ganen y que se generen impactos positivos a partir de esta iniciativa de responsabilidad compartida. Así mismo, es la encargada de generar, en base a  los reportes de las asociaciones de recicladores y un análisis de estos,  los certificados de donación de residuos, los cuales cuenta con indicadores socioambientales como el ahorro de agua, ahorro de energía, reducción de gases de efecto invernadero, crecimiento de la organización de recicladores y los beneficios económicos obtenidos por los recicladores producto de la donación de los residuos.

El desarrollo de la cadena de valor del reciclaje inclusivo genera impactos positivos como la reducción del uso de materia prima virgen para la creación de nuevos productos; reincorporación de materia prima recuperada a una cadena productiva; se ahorra energía, agua y dinero; reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (CO2); se produce una alineación del negocio a un modelo de economía circular, prioritaria en el país y la región; se alimenta una cultura ambiental al interior de la empresa; se valora la marca mejorando su reputación; se mejora los ingresos económicos de los miembros de las organizaciones de recicladores y se visibiliza el rol de las organizaciones de recicladores.

Las empresas necesitan reconocer que la migración hacia un modelo circular en su todos sus procesos suma reputación, sube el valor de su empresa en el ecosistema de su sector al mejorar su performance y generar un legado socio ambiental positivo.

Hoy más que antes, tener un ADN circular como empresa demuestra tener una visión panorámica de sostenibilidad y contribuir con el reciclaje en cada fase de su también es la mejor manera de compartirlo con el mundo.

 

Redacción: Paloma Roldán Ruiz

Imagen: https://www.ciudadsaludable.org/

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